En Guatemala (con un 46% de analfabetos) las posibilidades de educación son escasas, debido a la dificultad de acceder a libros y otros materiales. La mayoría de las ciudades y los pueblos no tienen bibliotecas, tampoco se encuentran libros en las escuelas estatales, ya que éstas no disponen de los mismos para sus alumnos. Muchos padres No ganan el salario mínimo, lo que les impide comprar libros para sus hijos.
El método de enseñanza aplicado en las escuelas oficiales se limita a escuchar y copiar de la pizarra. De esta manera, muchos niños no aprenden a leer y abandonan la escuela a los pocos años porque no pueden continuar. En cambio, tienen que ayudar a los padres para ganarse el sustento diario. Otros que han aprendido a leer y a escribir más o menos bien, por falta de práctica olvidan lo aprendido. Solamente el 10% de los niños logran pasar al sexto grado. Así como a los adultos, a los niños no les queda otra cosa que realizar trabajos duros, en caso de que encuentren algún trabajo.
Más bibliotecas en los pueblos y escuelas serían un paso hacia la solución del problema: Muchos alumnos utilizan esas instalaciones para hacer sus tareas escolares, para consultar, preparar algún trabajo, o bien, para pedir prestado un libro. También los padres de los niños y adolecentes están interesados en este progreso.